Proyecto HAARP
El proyecto HAARP (Programa de Investigación de Aurora Activa de Alta Frecuencia) también conocido como ("Arpa del Diablo") es muy controvertido.
Sus defensores aducen un sinfín de ventajas de carácter científico, geofísico y militar, pero sus detractores están convencidos de que podrían tener consecuencias catastróficas para nuestro planeta, desde arriesgadas modificaciones en la ionosfera, hasta la manipulación de la mente humana. Lo que sin dudas podemos afirmar es que se trata de un intrigante ejemplo de tecnología avanzada, heredada, con mucha probabilidad, de los experimentos del genio de Nikola Tesla acerca de la emisión de energía en la atmósfera, realizados a principios del siglo XX.
Nikola Tesla nació en Croacia en 1856 y murió en Nueva York 1943. Tesla fue, ante todo, un gran inventor: la corriente alterna y el motor de inducción electromagnética, entre otros.
Tesla fue experto en termodinámica, energía solar, rayos X y cósmicos.
Inventó un sistema de transmisión de energía inalámbrica que consistía en transmitir energía sin un medio físico. Demostró que podía encender a un conjunto de lámparas eléctricas a 40 km de distancia y lanzó la idea de poder concentrar y transmitir energía a grandes distancias.
El proyecto HAARP parte de la idea originaria de Tesla: "transmitir ondas electromagnéticas que logren reflejarse en la ionosfera y alcanzar grandes distancias."
Se supone que el proyecto HAARP podría traer consecuencias a nuestro planeta como las realizadas con elementos nucleares.
A través del proyecto HAARP se estaría enviando hacia la ionosfera un haz de partículas electromagnéticas orientadas y enfocadas que estarían contribuyendo a su calentamiento.
Estamos hablando de 180 antenas que funcionando en conjunto estarían en condiciones de emitir 1 GW =1.000.000.000 W, o sea un billón de ondas de radio de alta frecuencia las cuales penetrarían en la atmósfera inferior e interactuando en la corriente aureal.
La versión oficial dice que el HAARP es una investigación académica cuyo objetivo es cambiar las condiciones de la ionosfera con el fin de obtener mejoras en las comunicaciones mundiales.
Mientras continúan las investigaciones por parte de los organismos más interesados: el Ministerio de Defensa de Estados Unidos y la Universidad de Alaska. Ya que con la puesta en marcha del mismo, los militares conseguirían un arma altamente destructiva relativamente barata, mientras que la universidad apuntaría a la manipulación geofísica más atrevida de la historia de la humanidad.
De acuerdo con la Dra. Rosalie Bertell, HAARP forma parte de un sistema integrado de armamentos, que tiene consecuencias ecológicas potencialmente devastadoras.
Fuera de la manipulación climática, HAARP tiene una serie de otros usos relacionados: "HAARP podría contribuir a cambiar el clima bombardeando intensivamente la atmósfera con rayos de alta frecuencia. Convirtiendo las ondas de baja frecuencia en alta intensidad, esto podría también afectar al cuerpo vital de los seres humanos, y no se puede excluir que también posea efectos tectónicos.
Si se consigue proyectar esta cantidad de energía sin precedentes, (10 gigavatios) la enorme diferencia de potencial generada podría cambiar e incluso desplazar la ionósfera, provocando un caos total en las comunicaciones de la tierra, tanto terrestres como marítimas. Así como destruir misiles o aviones, cambiar las condiciones atmosféricas al modificar la absorción de los rayos solares y aumentar las concentraciones de ozono, nitrógeno e incluso afectar negativamente al cerebro de los seres vivos y con ello alterar el comportamiento humano.
Fuente informativa: http://www.haarp.alaska.edu/haarp/index.html