Promoción “Dra. Minerva Arzola”: Graduandos Impuestos de sus Medallas
Tal y como está contemplado en el Reglamento de la UNEXPO, y de acuerdo a las normativas legales vigentes en Venezuela, se realizó el Acto de Imposición de Medallas para los graduandos pertenecientes a la promoción “Dra. Minerva Arzola” del Vice Rectorado Puerto Ordaz, integrada por 150 nuevos profesionales.
El Vicerrector Regional, Dr. Ovidio León, fue el responsable de imponer una a una las medallas de cada graduando según el grado alcanzado. Magíster, Especialistas e Ingenieros subieron al presídium para cumplir con el requisito como acto previo a la entrega de títulos.
Una vez culminada la ceremonia de imposición, el Dr. León procedió a pronunciar el discurso de rigor en el que destacó la importancia y trascendencia de un acto de grado.
“Buenos días y bienvenidos a la verdadera fiesta de una Universidad: el Acto de Grado Académico. El día en el que el fruto de muchos años de esfuerzos de profesores, estudiantes, administrativos, obreros, familiares y amigos se conjugan en la obtención del mejor producto que podemos entregar a nuestra sociedad: nuestros egresados…..
Este es el día en que todo lo que nos esforzamos, y todo lo que afrontamos, se ve recompensado (…) Cuando investigaba sobre que hablar hoy, me encontré con estos versos de Benedicto Rui Barbosa. Dice el poeta:
De tanto ver triunfar las nulidades
De tanto ver prosperar el deshonor
De tanto ver crecer las injusticias
De tanto ver agigantarse el poder en malas manos
El hombre llega a desanimarse de la Virtud
A reírse de la Honra y
A tener vergüenza de ser Honesto
Tristes palabras que no podemos dejar que sean un reflejo de nuestra sociedad. Palabras que no podemos dejar que se instalen en nuestra conciencia, ni en nuestro corazón. Palabras ante las cuales, cada vez que hay un Acto de Grado, la Universidad da un alarido rebelde de lucha permanente para que la honestidad, la honra, la virtud, la justicia, el honor y los méritos académicos y personales, sean los valores que rijan la cotidianidad de nuestra sociedad.
No se olviden de hablar y enseñar estos valores. Cada vez que hay un Acto de Grado la Universidad le insufla al país una bocanada de aire fuerte y refrescante que nos permite saber que tenemos un gran futuro. Y todo valió la pena, al ver esas caras rebosantes de alegría, satisfacción y agradecimiento de graduandos, familiares y de toda la comunidad universitaria ante nuestro excelso emblema: nuestros graduandos. Ustedes son la mayor prueba de nuestro empeño como Universidad en formar profesionales en constante preparación y vinculados con los avances que se están expresando en todo el mundo.
En ustedes tenemos nuestra mayores esperanzas, no se olviden de su Universidad, siempre, de alguna manera desde el puesto que tengamos al salir de ella, debemos pensar en cómo podemos retribuir todo lo que la UNEXPO nos ha enseñado, todo lo que nos ha dado, producto del esfuerzo de todos. Pensemos en que quizás mañana sus hijos estudiarán aquí y que cosa más importante, además de los valores, que una buena y mejor educación desea un padre o una madre para sus hijos. Así que contamos con ustedes para ser mejores como institución y como país.
Los invito a incorporarse activamente en la lucha por hacer de su ejercicio profesional el mejor legado que le deja a su familia, a su Universidad a su país. En ese esfuerzo no están solos. Esta universidad no se cierra para ustedes. Todo lo contrario. A partir de este momento la relación universidad-egresados se intensifica y ustedes tienen a disposición estos espacios para el acceso a los nuevos conocimientos y a la capacitación que es una tarea sin límites y de nunca acabar…
Por último, vamos a celebrar con el verbo radiante de ese gran poeta, Don Mario Benedetti.
Voy a leerles fragmentos de uno de los poemas que lleva por nombre ¿Qué les queda a los jóvenes?, escrito a propósito de la esperanza que genera en cada joven su acto de graduación. Escribe Don Mario:
¿Qué les queda por probar a los jóvenes en este mundo de paciencia?
¿Sólo grafiti? ¿Rock? ¿Desconfianza? No
También les queda no dejar que les maten el amor. Ser jóvenes sin prisa y con memoria. Situarse en una historia que es la suya. Les queda tender manos que ayudan y abren puertas entre el corazón propio y el ajeno. Y, sobre todo, les queda hacer futuro.
Yo le añadiría, humildemente, que les queda hacer futuro del bueno. Ese es el camino y no es difícil.
Muchas gracias a todos por esta alegría. Que disfruten su día. Felicitaciones de nuevo a todos los graduandos, familiares y amigos. Buenos Días”.
(Prensa VRPO/Elsa López C.)