Misa en Honor de la UNEXPO y la Chinita
Con gran devoción la comunidad universitaria del Vice-Rectorado puerto Ordaz asistió a la celebración de la Eucaristía, en honor a los 45 años del inicio de la Educación Politécnica en Guayana y los 307 años de la aparición de la madre de Dios en Maracaibo, Virgen del Rosario de la Chiquinquirá.
Con esta actividad se inicia formalmente el Programa aniversario del mes de noviembre en el que se cumplen 45 años de la creación del Instituto Universitario Politécnico de Guayana (IUPG) y se celebra el día del Estudiante, pilar fundamental y razón de ser de esta casa de estudios politécnicos.
Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá entró a esta casa de estudios en procesión, sobre los hombros de Los Servidores de María, quienes en todo momento realizaron guardias de honor.
La eucaristía fue oficiada por el Padre José Jesús Salcedo, Párroco de Iglesia Virgen de Guadalupe de Villa Asia. Al ritmo de gaita transcurrió la homilía, en la que se realizaron las lecturas de rigor y se pidió por la salud y prosperidad de toda la familia universitaria, por el progreso del país y la paz del mundo.
En su intervención, el párroco destacó lo importante de dar gracias a Dios por todos los proyectos que se vayan a emprender. “El Señor nos llama a ser una Gran Familia. Aquí en la UNEXPO está Dios, en cada uno de sus miembros y en cada muchacho que estudia. Hoy damos gracias por el Don de su Santísima Madre que llegó a esta casa de estudios para acompañarlos en este 45 Aniversario. Deben seguir creciendo como personas profesionales y estar conscientes de que vivimos para servir”.
Al finalizar el acto de fe, el grupo Parroquianos en Gaita ofreció un selecto popurrí del ritmo zuliano y serenatas a la excelsa reina marabina. Por su parte, los muchachos del Orfeón Rafael Montaño interpretaron la Grey Zuliana y algunas parrandas tradicionales dando así entrada formal a la navidad.
307 AÑOS
DEL MAJESTUOSO MILAGRO
De acuerdo con la tradición zuliana, la Chinita llegó a Maracaibo sobre las olas del Coquivacoa (Lago). Cuenta la historia que un día del año 1709, una sencilla mujer acababa de lavar su ropa en las orillas del lago de Maracaibo cuando, repentinamente, vio flotando una tablita de madera fina, la cual recogió pensando en que le podría ser útil para tapar la tinaja de agua que tenía en el corredor de su casa. Al correr los días, una mañana, cuando estaba colando el café, la mujer escuchó unos golpes como si alguien estuviera llamando. Fue a ver lo que sucedía y quedó sobrecogida de asombro al ver que la tablita brillaba y que aparecía en ella la imagen de Nuestra Señora de Chiquinquirá. Por tal motivo, la mujer comenzó a gritar ¡Milagro! ¡Milagro!. Luego de lo sucedido, numerosas personas acudieron a presenciar el prodigio, convirtiéndose por esto la casa de la humilde mujer en un lugar de veneración de la Virgen por parte de múltiples creyentes. Posteriormente fue llevada al templo San Juan de Dios y hoy está en su extraordinaria Basílica.
(Prensa VRPO UNEXPO/ Elsa López C.)